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viernes, 28 de octubre de 2022

EL "TÚNEL DEL TERROR BATRACIO": HALLOWEEN 2022


Para bien o para mal, la celebración de Halloween está cada vez más arraigada en nuestro país. Unos la odian y otros, especialmente los más jóvenes, la aman. Sea como sea, lo cierto es que ya se ha instalado en nuestro calendario festivo y académico, donde los Departamentos de Inglés de Colegios e Institutos de Educación Secundaria la utilizan como una herramienta más para facilitar la inmersión de los niños y jóvenes, no solamente en el idioma, sino también en la cultura de los países de lengua inglesa que celebran esta fiesta.

En mi instituto, este año los alumnos de 4º ESO, ayudados por sus profesores, han organizado un "Túnel del terror" para disfrute de los alumnos de 1º ESO y 2º ESO, fundamentalmente. Como en todo túnel o pasaje del terror que se precie, no han faltado ni sangre, ni caretas, gritos, velas, telas de araña (las arañas salen mal paradas en estos eventos), esqueletos (es uno de los pocos días en que se les saca del Laboratorio de Biología, donde impartimos gran parte de las clases), ataudes, vampiros, payasos diabólicos y el resto de la "fauna" propia de esta fiesta.

El túnel en cuestión ha funcionado muy bien, y por ello felicito a los compañeros y alumnos que lo han organizado, sobre todo porque antes de llevarse a los grupos, les explicaban, en inglés, las normas a seguir una vez allí. Que ha salido muy bien lo sé, entre otras cosas, por la cara con que volvieron a clase mis alumnos de 1º ESO. La mía no debía de ser mucho mejor que la de los zombies que acababan de ver, pues era la sexta hora del viernes.

Os cuento todo esto porque esta actividad trajo a mi cabeza, durante el recreo, una noticia científica que leí este verano, noticia que enseguida asocié hoy con el túnel del terror y que os traigo hoy aquí.

Todo túnel, sea del terror o no, tiene una boca de entrada, oscuridad en función de la longitud y la iluminanción, y una salida. El túnel del que yo os voy a hablar tiene una boca como entrada, oscuridad en todo su trayecto, muchas curvas y un ano como salida. Normalmente, lo que entra por la boca es transformado antes de salir por el ano, de manera que al hacerlo está tan alterado que es difícil reconocerlo. El túnel que os trae hoy aquí es el tubo digestivo de varias especies de ranas, y el valiente que los atraviesa sin miedo es un escarabajo, concretamente de la especie Regimbartia attenuata. Se trata de un coleóptero que vive en los arrozales japoneses y que sale del rana-túnel como mis alumnos de 1º ESO hoy, indemnes, pero con el miedo en el cuerpo. 

Tunel del terror recorrido por R. attenuata a través de P. nigromaculatus. Fuente.

 

Fuente.
Como todos sabemos, el tubo digestivo de las ranas, al igual que el de la mayoría de vertebrados (pueden presentar algunas modificaciones en función del tipo de alimentación), consta de boca, faringe, esófago, estómago, intestinos delgado y grueso y ano que vierte en la cloaca, cuya apertura se abre al exterior. 

La proeza de R. attenuata, no solamente se debe a que las ranas no mastican el alimento antes de tragarlo (si te mastican poco podrás hacer), sino a que, una vez tragado, estos escarabajos se impulsan con sus patas y avanzan activamente a través de los organos del anfibio sin dar tiempo a que los jugos gástricos de las ranas actúen sobre ellos y los maten. Ya que hay que pasarlo, mejor que sea rápido. Cuando digo rápido quiero decir de dos a seis horas, que es el tiempo que tardaron en salir vivos por el ano de las ranas los escarabajos observados por los investigadores.

 

(A) R. attenuata. (B) Pelophylax nigromaculatus. (C) Secuencia temporal de un adulto de R. attenuata (longitud del cuerpo: 4,9 mm) escapando de la cloaca de P. nigromaculatus (longitud hocico-cloaca: 41,3 mm). (D) Tasas de éxito de escape de R. attenuata de cinco especies de ranas. (E) Tiempo requerido para el paso de un escarabajo a través de P. nigromaculatus desde la deglución hasta la excreción. 'Control' y 'patas fijas' indican adultos de R. attenuata que podían y no podían nadar, respectivamente. 'Vivo' y 'muerto' indican escarabajos que sobrevivieron y no sobrevivieron al paso por P. nigromaculatus, respectivamente. Del control R. attenuata, el 93,3% (n = 15) estaban vivos, mientras que todos los R. attenuata con patas fijas murieron (n = 15). Todos los Enochrus japonicus tragados murieron (n = 13). Fuente.

 Seguramente os estaréis preguntando cómo comprobaron los científicos que los escarabajos no se dejaban llevar, sino que avanzan por sus propios medios a través del tubo digestivo de las ranas. La respuesta es bastante simple, inmovilizaron a algunos de ellos. Para ello les fijaron las patas al cuerpo, con cera, observando que, en esos casos, los escarabajos no lograban salir vivos del cuerpo de las ranas y sus restos lo hacían pasadas veinticuatro horas después de haber sido ingeridos.

Otro resultado curioso es que R. attenuata siempre sale con la cabeza por delante lo que sugiere que, dado que las ranas controlan la presión del músculo del esfínter que mantiene la cloaca cerrada, los escarabajos estimulan su intestino posterior, instando a la rana a defecar, vamos, que las obligan a abrir la puerta.

Este caso tan excepcional puede ser explicado por una serie de adaptaciones morfológicas y conductuales de estos escarabajos a las condiciones de vida en el medio acuático, preadaptaciones que les permitirían sobrevivir en el viaje a través de su particular túnel del terror:


  1. Escarabajo acuático. Fuente
    La primera de ellas sería la capacidad de respirar bajo el agua, hecho que estos escarabajos acuáticos consiguen gracias a una pequeña bolsa de aire que existe debajo de los élitros (par de alas endurecidas) donde se abren los espiráculos o aberturas que le permiten penetrar en el cuerpo. Esta adaptación les permitiría sobrevivir en el medio anaerobio que es el intestino de una rana. 

  2. La segunda adaptación se debería al duro exoesqueleto de R. attenuata que protegería a los individuos depredados contra los jugos digestivos ácidos o alcalinos de la rana.               
  3.  Por último, la forma aerodinámica del insecto le facilitaría el movimiento de avance hacia la cloaca de la rana y, por lo tanto, hacia la salida del túnel.

 

Llegados a este punto, solamente me queda mostraros el vídeo que demuestra la peripecia de este escarabajo, y la cara de las otras protagonistas, las ranas, que me da a mi que pasaron más miedo al ver cómo su comida salía viva de su interior, que el escarabajo mismo tras atravesar el tubo digestivo de estas.

 

 
 
 Regimbartia attenuata escapando de la cloaca de Pelophylax nigromaculatus e Hyla japonica (velocidad 4x). Longitud del cuerpo del escarabajo: 4,7–4,9 mm.

 

Pelophylax nigromaculatus excretó el escarabajo 115 min después de tragarlo. Hyla japonica se lo puso un poquito más difícil y lo excretó 133 min después de tragarlo. Como se puede observar los escarabajos estaban vivos después de la excreción, tras el paso por el Túnel del Terror Batracio.


Como siempre, gracias por tu visita y si te ha gustado, no te lo quedes, ¡comenta y comparte!


Si quieres leer otras entradas de mi blog, sobre Halloween, pincha AQUÍ , sin miedo. 

 Para saber más:

https://www.cell.com/current-biology/fulltext/S0960-9822(20)30842-3 

https://www.kobe-u.ac.jp/research_at_kobe_en/NEWS/people/2021_07_30_01.html

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